
#Columnas
el apantallador
Por: Gustavo Díaz Salas

#DeLasProyeccionesSobreLaCancha #I
Los eventos deportivos, como los artísticos, son proyectados en el cine. Éste es el caso de la #NFL y de algunos partidos de futbol soccer. El ambiente de cancha se vuelve alterno a la transmisión en vivo a través de una pantalla de alta resolución, la experiencia real se transforma en una experiencia cercana a la realidad. ¿Por qué preferir una sobre la otra? ¿Por qué la afición del mexicano por estos deportes preferiría una proyección sobre la cancha? Algunos factores que influyen en esta elección se explican brevemente a continuación:
a) Es inevitable tomar en cuenta la calidad del evento. Cabe aclarar que no es mi intención poner en una misma ecuación un “espectáculo deportivo” de la talla del #SuperBowl, con un partido de la #SelecciónMexicanaDeFutbol (aunque podría hacerse con una final de #ChampionsLeague), sino la experiencia sensorial de cada evento; uno visto desde las gradas y otro visto desde una sala cerrada través de una pantalla, así como la accesibilidad económica a los inmuebles.
b) Las enormes pantallas de los cines ofrecen una experiencia cercana a la realidad, que no deja de ser manipulada por los muchos enfoques de las tomas, los comentarios de presentadores y una determinada calidad de imagen y audio, sin el riesgo de empaparse de lluvia o asolearse.Del otro lado de la balanza está el ambiente del estadio: los coros y porras de la afición. No hay más visión que la de nuestros ojos -a los que se interpone el vendedor de cervezas o botanas- y el único presentador es el sonido local. Es un espacio abierto sin refugio que cuenta con probabilidad de lluvia o calor incesante.
c) La accesibilidad a los recintos es otro factor determinante. Un boleto en México para ver un partido desde cualquier butaca en el cine cuesta alrededor de 70 pesos, mientras un boleto para el estadio va desde los 90 en la parte más alta, ascendiendo hasta los 700 pesos mientras más cerca se esté de la cancha.
La admisión a un Super Bowl es distinta. Los boletos van desde los 30 hasta más de 200 mil pesos. Cabe recordar que el precio de los boletos del último partido de NFL que hubo en México un inolvidable 2 de octubre de 2005 entre los Cardenales de Arizona y los 49ers San Francisco –de temporada regular- en el Estadio Azteca, se pagaron de 300 a 1000 pesos.
Es un hecho que ante estos fenómenos, las pantallas se antepongan a los estadios, acortando distancias y reduciendo gastos, ofreciendo una grandiosa calidad audiovisual. Sintetizando: la acción cercana a la realidad es más económica que la real. Sin embargo, desde esta perspectiva una cosa es cierta: la NFL volverá a México sino hasta cuando haya un estadio más accesible, moderno, que corresponda con los lujos y necesidades de los estadios norteamericanos aunque haya cines VIP con pantallas de tecnología Imax 4k.